Espacio Maternal- Madre de día- Educadora infantil
El bosque de Gulubú
Sarah Preston
"¿Ustedes vieron esos libros-sorpresa que cuando uno los abre aparecen figuritas de pie?
Bueno, igualito es el bosque de Gulubú. Como las marionetas dormidas. Uno le tira de los hilos y ellas se ponen de pie, bailan y se mueven.
El bosque de Gulubú está planchado en el suelo, y cuando su dueño tira de los alambres, los árboles y los yuyos y las casitas y los bichos aparecen todos como diciendo:
–Aquí estamos. Estábamos jugando a la escondida. "(...)
"Por eso, si ustedes alguna vez encuentran detrás de un árbol, o detrás de cualquier cosa, a un inspector enanote y sabihondo que les dice que no es posible que existan un enanito y 7 Blancanieves, o que no es posible que exista cualquier cosa linda, ustedes pueden contestarle:
Al
consultar a las mamás amigas de El Bosque de Gulubú qué temas les
preocupaban uno de los primeros en el ranking fue el sueño, el
dormir o el no dormir, o lo que les cuesta dormirse.
Sin duda
es un tema polémico lleno de expertos que escriben libros, pero yo
creo que la verdadera experta en el sueño del bebé es su madre ( o
padre). El problema casi nunca es en realidad el sueño del bebé
sino el descanso de los padres o que el bebé no se duerme cuando
nosotras deseamos, estamos cansadas, deseando cenar con nuestra
pareja o terminar un trabajo, y no hay manera de que duerma. O porque
pretendemos que duerma solo, o porque queremos dormirlo estando
nosotras nerviosas.
Cosas a
tener en cuenta:
El
sueño de los bebés es diferente del nuestro
Cada
bebé es diferente
El sueño
de los bebés es más ligero que el nuestro, tienen más despertares
nocturnos y eso es así por una simple cuestión de supervivencia,
pretender cambiarlo va contra su naturaleza. Por el mismo motivo, el
de la supervivencia los bebes duermen mejor acompañados.
Lo
primero que deberíamos hacer es asegurarnos que tiene las
necesidades básicas cubiertas- esto es lo más obvio, pero hay que
descartar hambre, frio, calor, pañal sucio,...que no haya tenido un
día estresante, haberle dejado la oportunidad de descargarse si así
ha sido, molestias, dolor,...Las rutinas relajantes un rato antes de
ir a dormir ayudan: baño, música, masaje, luz tenue, hablar más
bajo,...Y algo que se nos suele olvidar, estar nosotras mismas con
las necesidades básicas cubiertas, tranquilas y relajadas, sino
nuestra compañía más que calmar alterará su descanso. No tener
prisa es casi imposible según el ritmo de vida que llevemos pero
debemos considerar la posibilidad de olvidarnos del reloj, haber
cenado y relajarnos, si nos dormimos juntos, pues mejor. Ya sé que
esto no siempre es posible y cada familia debe encontrar la manera de
hacer encajar sus horarios, pero todo hecho más lento y sabiendo que
es normal que se despierte, que es normal que le cueste coger el
sueño y que es normal que no duerma solo será más fácil.
El
colecho tiene muchas ventajas, y para mí fue la fórmula perfecta
por varios motivos.
El
prejuicio es pensar que los niños que duermen con sus progenitores
son más dependientes. Pero, según algunos estudios, los que
pernoctan en la cama de sus padres tienen menos problemas de salud
mental.
¿Cómo
es el sueño del bebé? ¿Qué podemos esperar?
El sueño
del bebé es diferente del del adulto, mientras que nosotros entramos
directamente en la fase de sueño profundo, los niños en los
primeros meses entran primero en una fase de sueño superficial que
puede durar 20 minutos o más, después de la cual entran
gradualmente en a fase de sueño profundo en al que ya no es tan
fácil despertarles.
Sus
ciclos de sueño son más cortos, los de los adultos duran una media
de 90 minutos mientras que los de los niños son de 50-60 minutos, es
decir que tienen un periodo de sueño vulnerable cada hora o menos.
Es en estas fases de sueño vulnerable donde si actuamos rápidamente
el bebé volverá a dormirse rápidamente, pero si se encuentra solo
se alarmará y le costará bastante más volver a dormirse.
Les
lleva más tiempo dormirse, tienen periodos de sueño vulnerable con
más frecuencia y además el sueño ligero dura el doble que el de un
adulto.
Estos
despertares nocturnos tienen beneficios para la supervivencia.
Durante los primeros meses las necesidades de los bebés son las más
altas, y su capacidad de comunicación la más baja. Sus estómagos
son pequeños y la leche materna se digiere con rapidez. Si la nariz
del bebé estuviera obstruida y no pudiera respirar o si tuviera frio
y su sueño fuera profundo no despertaría para poder comunicar sus
necesidades.
La edad
en que los bebés empiezan a dormir con más facilidad y permanecen
dormidos varía de unos a otros. En los primeros tres meses raramente
duermen más de 4 horas seguidas sin necesitar alimento. Suelen
dormir un total de 14-18 horas al día. Desde los 3-6 meses muchso
bebés empizan a estar más despiertos por el día y algunos pueden
dormir 5 horas seguidas. En este periodo las fases de sueño profundo
se alargan y los periodos vulnerables disminuyen, entran en el sueño
profundo más rápidamente. Esto es van alcanzando la maduración del
sueño. Este es un logro de ellos, propio de su crecimiento y
maduración que nada tienen que ver con haberles “enseñado” a
dormir. Esto ocurrirá en algún momento de la segunda mitad del
primer año. Pero no cantemos victoria porque muchos continuarán
despertándose en momentos puntuales por razones diversas, catarros,
erupción de los dientes,... También la adquisición de logros del
desarrollo como sentarse, gatear o caminar puede hacer que los niños
practiquen sus nuevas habilidades por la noche. Una vez superado esto
entre el primer y segundo año aparecen la angustia por separación y
las pesadillas. ¡Felices sueños!
Qué
es el colecho y qué ventajas tiene
El
colecho es dormir en una misma cama con nuestros hijos. Esto que en
nuestra cultura puede parecer tan raro y criticable es como se duerme
en la mayor parte del mundo, lo que hacían nuestros antepasados y lo
que hacen todos los mamíferos.
Que
lo hagan en otras partes del mundo o los animales puede no parecernos
suficiente motivo, pero tiene muchas ventajas que deberían hacer que
al menos ,lo consideremos como una opción más a tener en cuenta.
Nos
acerca como individuos, nos ayuda a reconocer las encesidades de
nuestros hijos más prontamente y con más eficacia
Para
los niños el saber y sentir que estamos cercanos y accesibles les
hace sentir seguros y confiados de que sus necesidades se verán
satisfechas cuando sea preciso
El
sentirse contenido, acompañado, acariciado, sentir el calor y el
olor del cuerpo de los padres, el ritmo de su respiración... son
sensaciones familiares y cercanas para el niño, que gracias a ellas
puede continuar con su descanso de manera segura y confiada.
Ahora
ya sabemos que los despertares nocturnos son naturales y no podemos
esperar que desaparezcan pero si en estos periodos de sueño
vulnerable sienten nuestra proximidad pueden relajarse y dormirse
antes que si se despiertan solos en silencio y a oscuras.
Cuando
el bebé o el niño se despierta, tiene a su madre o padre cerca.
Puede ser atendido, tranquilizado y amamantado sin tener que moverse
de la cama, sin cambiar de lugar, la mayoría de las veces con tal
inmediatez que ni unos ni otros llegan a despertarse completamente.
La
comodidad de no tener que levantarse y salir de la habitación para
atender las demandas de nuestro hijo y tener la certeza de que las
percibiremos enseguida nos da una tranquilidad que repercute en la
calidad y cantidad de nuestro descanso.
Favorece
la lactancia ya que se aprovechan al máximo los picos de prolactina
sin necesidad de interrumpir el descanso cosa que mejora el sueño de
ambos, mamá y bebé.
Teniendo
en cuenta unas mínimas medidas de seguridad el colecho es una
práctica segura.
Nos
permite fortalecer el vínculo con nuestro hijo y además y lo más
importante es un placer verlos dormir, sentirlos cerca y ver su
sonrisa al despertarse.
Os dejo esta hermosa nana africana:
www.dormirsinllorar.com
"Dormir sin lágrimas" Rosa Jové
Que bonitas las imagenes que has elegido, la primera es preciosa. Bueno, mi peke esta en la fase de las pesadillas, dientes, angustia por separación..la verdad esque hemos tenido toooooodos los problemas existentes, desde que nació, con el sueño. Para mi ha sido y es lo más complicado..es una niña muy inquieta y no puedo dormir con ella desde los seis meses. Se mueve tanto y las patadas y manotazos hace que sea imposible!así que a su camita..para ir a dormir no hay problema..pero a las dos horas ya llora, grita..y así intermitentemente hasta las seis. Ya tiene suficiente!!!!imagínate mis hojeras!!! enfín, paciéncia.. saludos Laura
Gracias por tu comentario, Laura. Por lo que nos cuentas parece que tu pequeña no tiene problemas a la hora de irse a dormir pero sus despertares son frecuentes, por eso sería importante que, aunque en su propia camita, estuviera cerca tuyo para poder calmarla enseguida, interrumpiendo lo mínimo posible vuestro descanso, el tuyo y el de ella. Y sí, paciencia e intentar descansar siempre que puedas!
Paula, hace tiempo quería comentarse sobre tu Bosque de Gulubú (es el del brujito, verdad;-) Me encanta el proyecto, y tu blog es dulce y relajante...como tú! En cuanto al sueño, yo puedo decirte que Aisha durmió conmigo hasta los 4 años, el mismo tiempo que le di echo. Ahora duermo con Ian , que ya tiene 17 meses y estoy encantada!! En nuestro caso el que desertó en las dos ocasiones de nuestra cama y habitación ha sido el papá, pero lo llevamos bastante bien, él no quería renunciar a sus horas de descanso y a mí me pareció justo. Tenemos asumido que en un par de añitos, cada uno a su cama, pero hasta entonces es una gozada disfrutar del calor y la alegría que Ian le da a mis noches... Se despierta como un millón de veces, pero si no está malito, con arrimarse a la teta se calma de inmediato y a seguir durmiendo. Otra cosa es que en uno de sus despertares, yo me desvele porque mi cabeza espiece a intentar salvar el mundo, o a pensar qué cocino mañana... En los 6 años que llevo ejerciendo de mamá he desarrollado una especial capacidad para adecuar mis pocas horas de sueño a lo que necesito. Si me dejaran, dormiría un poco más sin duda, pero con lo que pellizco entre las horas de la noche, ya funciono bien... Un fuerte abrazo!!
Me encanta!..mantengo el colecho con mi pequeña de casi 3 años, y es de las mejores cosas que he ehcho en mi vida! Comparto en mi página la canción de cuna y el precioso dibujo que la acompaña
Que bonitas las imagenes que has elegido, la primera es preciosa.
ResponderEliminarBueno, mi peke esta en la fase de las pesadillas, dientes, angustia por separación..la verdad esque hemos tenido toooooodos los problemas existentes, desde que nació, con el sueño. Para mi ha sido y es lo más complicado..es una niña muy inquieta y no puedo dormir con ella desde los seis meses. Se mueve tanto y las patadas y manotazos hace que sea imposible!así que a su camita..para ir a dormir no hay problema..pero a las dos horas ya llora, grita..y así intermitentemente hasta las seis. Ya tiene suficiente!!!!imagínate mis hojeras!!!
enfín, paciéncia..
saludos
Laura
Gracias por tu comentario, Laura. Por lo que nos cuentas parece que tu pequeña no tiene problemas a la hora de irse a dormir pero sus despertares son frecuentes, por eso sería importante que, aunque en su propia camita, estuviera cerca tuyo para poder calmarla enseguida, interrumpiendo lo mínimo posible vuestro descanso, el tuyo y el de ella. Y sí, paciencia e intentar descansar siempre que puedas!
ResponderEliminarPaula, hace tiempo quería comentarse sobre tu Bosque de Gulubú (es el del brujito, verdad;-) Me encanta el proyecto, y tu blog es dulce y relajante...como tú!
ResponderEliminarEn cuanto al sueño, yo puedo decirte que Aisha durmió conmigo hasta los 4 años, el mismo tiempo que le di echo. Ahora duermo con Ian , que ya tiene 17 meses y estoy encantada!! En nuestro caso el que desertó en las dos ocasiones de nuestra cama y habitación ha sido el papá, pero lo llevamos bastante bien, él no quería renunciar a sus horas de descanso y a mí me pareció justo. Tenemos asumido que en un par de añitos, cada uno a su cama, pero hasta entonces es una gozada disfrutar del calor y la alegría que Ian le da a mis noches... Se despierta como un millón de veces, pero si no está malito, con arrimarse a la teta se calma de inmediato y a seguir durmiendo. Otra cosa es que en uno de sus despertares, yo me desvele porque mi cabeza espiece a intentar salvar el mundo, o a pensar qué cocino mañana...
En los 6 años que llevo ejerciendo de mamá he desarrollado una especial capacidad para adecuar mis pocas horas de sueño a lo que necesito. Si me dejaran, dormiría un poco más sin duda, pero con lo que pellizco entre las horas de la noche, ya funciono bien...
Un fuerte abrazo!!
Gracias Susana por tu comentario y por compartirnos tus vivencias con el colecho.
ResponderEliminarAbrazos!
Me encanta!..mantengo el colecho con mi pequeña de casi 3 años, y es de las mejores cosas que he ehcho en mi vida! Comparto en mi página la canción de cuna y el precioso dibujo que la acompaña
ResponderEliminarAdelante! Gracias por comentar!
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