Por los dias de febrero,
mucha gente se prepara,
maquillandose contentos,
transformandose la cara.
La tristeza se adormece,
y se abren los callejones,
va pasando la murguita,
miren desde los balcones.
Mariana Baggio
Que no pare de tocar
A algunos niños les encanta disfrazarse, a otros no tanto....¿pero que se esconde detrás de un disfraz? en realidad, ¿qué se descubre a través del disfraz?
A los más pequeños, los bebés, los disfrazamos los adultos y está bien si no los molestamos y es por hacerlos participar y vivir junto a nosotros la fiesta.
Pero a partir de una edad, año y medio, dos, depende,...puede ser que por iniciativa propia empiecen a querer cambiar su imagen, muchas veces empiezan por ponerse cosas en la cabeza, telas, cestos, sombreros...Entonces ya no importa si es carnaval o no, ellos son los que deciden...puede ser ponerse los zapatos de mamá, un sombrero, el mantel como capa...
Entonces el disfrazarse empieza cobrar un sentido para el niño, y está relacionado con la imaginación, el juego simbólico y la creatividad. Disfrazarse puede ser una manera de ayudar a que aflore el mundo interior del niño, pero para ello es importante que el niño se sienta seguro, reconocido, contenido afectivamente. Por eso el primer espacio donde el niño puede comenzar a desarrollar su imaginación es en la casa y en relación con la madre. Este espacio transicional, le permite volver una y otra vez del mundo real al mundo imaginario.
La función simbólica se inicia con juegos muy simples como fingir que duerme, habla por teléfono o imita sonidos...Estas señales nos indican que el niño ha iniciado un proceso evolutivo en el que va a ser capaz de representar, imitar, simbolizar. Observar este juego, sin dirigirlo, pero acompañándolo (esa compañía les da la seguridad y contención) nos permite descubrir como ve, entiende y percibe el mundo el niño.
Será más adelante, cuando el imaginario y la creatividad del niño se desarrollen al máximo y el disfraz se convierta en un elemento más para transformar su mundo, para construir y deconstruir su identidad. El juego y el disfraz se convierten en herramientas para tramitar sus vivencias, comprender, aprehender el mundo.
El disfraz entonces puede ser un elemento con múltiples recursos:
Ilustración de Mónica Carretero |