El bosque de Gulubú

El bosque de Gulubú
Sarah Preston

"¿Ustedes vieron esos libros-sorpresa que cuando uno los abre aparecen figuritas de pie?

Bueno, igualito es el bosque de Gulubú. Como las marionetas dormidas. Uno le tira de los hilos y ellas se ponen de pie, bailan y se mueven.

El bosque de Gulubú está planchado en el suelo, y cuando su dueño tira de los alambres, los árboles y los yuyos y las casitas y los bichos aparecen todos como diciendo:

Aquí estamos. Estábamos jugando a la escondida. "(...)


"Por eso, si ustedes alguna vez encuentran detrás de un árbol, o detrás de cualquier cosa, a un inspector enanote y sabihondo que les dice que no es posible que existan un enanito y 7 Blancanieves, o que no es posible que exista cualquier cosa linda, ustedes pueden contestarle:

–Sí señor, existe, en el bosque de Gulubú."


Dailan Kifki

Maria Elena Walsh






sábado, 31 de diciembre de 2022

Siento, luego existo

   "El relevamiento del mundo no es solamente una cuestión del pensamiento, sino también de los sentidos. 

Wolf Erlbruch*
Antes del pensamiento, y por lo tanto, mezclados con él, están los sentidos. No podemos afirmar con Descartes pienso, luego existo, y denigrar los sentidos como inagotables fuentes de error o como escorias que sólo tienen un estatus menor en la relación con el mundo.
“Siento, luego existo” es otra manera de instalar que la condición humana no es totalmente espiritual, sino, y en primer lugar, corporal."
 
David Le Breton
Antropología de los sentidos



 

 Dar un paseo por el parque con los niños es abrirse a un mundo de los sentidos, con ellos, de su mano, percibimos cosas que seguro de otro modo pasaríamos por alto: el barro, las hojas secas, bichos, caracoles,.. pero también es importante ser consciente que nuestra mirada y todos nuestros sentidos de adultos acompañantes también influyen en su percepción. Así si yo estoy atenta al canto de los pájaros y así se los muestro, ellos lo percibirán, o la sensibilidad al color de las hojas, la forma de las nubes,... Y a la vez cada uno de los niños trae de su casa una sensibilidad a percibir algo diferente: el motor de los coches, aviones en el cielo, ... Estos sentidos con los que descubrimos el mundo y esta diferente y única manera de percibir, personal, familiar, cultural nos descubre un mundo diferente y  define también nuestra identidad. Siento, luego existo.

Ya es tradición, llega fin de año, fin de trimestre, y a blogear nuestra historia. Ha sido un trimestre tranquilo, una nueva integrante, un periodo de familiarización muy fluido y natural y seguimos creciendo con nuestros juegos improvisados y actividades propuestas de otoño, invierno y Navidad. Siempre intentando mantenernos conectados con la naturaleza aún viviendo en la ciudad. 
Wolf Erlbruch



 
 
Septiembre, primeros días de curso, explorando y conociéndose....


Octubre, piñas, castañas, panellets...


 
Noviembre, descubrimos las frutas de otoño, iluminamos la oscuridad, y reforzamos las defensas haciendo nuestro propio zumito de naranja...









Wolf Erlbruch

 

Nos encanta el movimiento, somos

movimiento, podríamos decir

también : Me muevo, luego existo

Y cada uno se mueve como es, más

arriesgado, más calculado, más tímido, 

más lanzado...y van ganando confianza en 

sí mismos y el orgullo de sus logros y la 

diversión es el motor




Encuentro de otoño con las familias, nos vamos de excursión

Wolf Erlbruch


por el Camí del rec. Los encuentros

estacionales son una 

manera de estar todos juntos en un 

ambiente relajado, de pasear y 

conectar con la naturaleza y de volver 

a juntar a los gulubitos que ya 

marcharon a la escuela





Wolf Erlbruch


Llega diciembre y el frio, no, el frio no 

llegó nunca, pero igual 


nevó en Gulubú, que no? miren miren si 

dió para muñeco de nieve y todo...







Preparamos la Navidad

 


 Este año hicimos una rueda de adviento


 Recibimos y alimentamos a nuestro Tió


 

Y el último día, celebramos una gran fiesta de invierno e 

invitamos a nuestros gulubitos mayores a jugar y cagar el Tió


 


CELEBRA EL INVIERNO

 

Celebra el invierno porque puede cerrar las puertas
sin excusas
dejarse llevar por el aire espeso
que atesora
por los sueños
y la siesta
 
Laura Devetach


 

Wolf Erlbruch*


*Todas la ilustraciones que acompañan esta entrada pertenecen 
 
a Wolf Erlbruch, a quien  la muerte miró este diciembre pero nos 
 
deja una obra única, sensible y reflexiva.
 
 
 

Nació en Wuppertal, Alemania, en 1948.Wolf Erlbruch debutó en 

1985 con las ilustraciones del libro El águila que no quería volar 

de James Aggrey. Saltó a la fama cinco años más tarde al 

publicarse El topo de quería saber quien se había hecho aquello

en su cabeza con texto de Werner Holzwarth.

Su obra El pato y la muerte ha sido aclamado como un 

clásico moderno por ser una meditación simple y refinada 

sobre la naturaleza de la vida y la omnipresencia de la 

muerte. El libro ha sido descrito con frecuencia como el libro 

más hermoso sobre la muerte publicado jamás. Con su 

contenido sencillo y depurado – apreciado por adultos y niños 

por igual– constituye una reflexión sobre las condiciones de la 

vida y sobre la presencia de la muerte.

Wolf Erlbruch ha sido reconocido con varios galardones, entre 

otros, el Deutscher Jugendliteraturpreis, el Premio Hans 

Christian Andersen por el conjunto de su producción y el 

Astrid Lindgren Memorial.

Motivación del jurado premio ALMA:

Wolf Erlbruch hace de las cuestiones vitales algo accesible y 

manejable para lectores de todas las edades. Su obra 

muestra lo pequeño dentro de lo grande con humor y una 

calidez profundamente arraigada dentro de una perspectiva 

humanística. Domina con maestría el arte del dibujo sobre la 

base de una larga tradición al tiempo que abre nuevas 

ventanas de creatividad. Wolf Erlbruch es un minucioso 

visionario.  Fuente: https://www.barbarafioreeditora.com