El bosque de Gulubú

El bosque de Gulubú
Sarah Preston

"¿Ustedes vieron esos libros-sorpresa que cuando uno los abre aparecen figuritas de pie?

Bueno, igualito es el bosque de Gulubú. Como las marionetas dormidas. Uno le tira de los hilos y ellas se ponen de pie, bailan y se mueven.

El bosque de Gulubú está planchado en el suelo, y cuando su dueño tira de los alambres, los árboles y los yuyos y las casitas y los bichos aparecen todos como diciendo:

Aquí estamos. Estábamos jugando a la escondida. "(...)


"Por eso, si ustedes alguna vez encuentran detrás de un árbol, o detrás de cualquier cosa, a un inspector enanote y sabihondo que les dice que no es posible que existan un enanito y 7 Blancanieves, o que no es posible que exista cualquier cosa linda, ustedes pueden contestarle:

–Sí señor, existe, en el bosque de Gulubú."


Dailan Kifki

Maria Elena Walsh






lunes, 29 de febrero de 2016

Biología y Crianza



Esta es una entrada especial, hoy no vamos a hablar de nuestros gulubitos, sino que le abrimos las puertas de nuestro blog a una amiga y compañera de facultad. En su momento el punto de encuentro fue la biología, carrera que ambas estudiábamos, pero el reencuentro fue por la maternidad. Nos volvimos a poner en contacto después de años de seguir cada una su camino, me comentó que colaboraba en un blog y que le intersaba hablar sobre las madres de día. Me gustó como escribe, casi tanto como sus dibujos de las células que veíamos a través del microscopio (no deja de ser plasmar tu visión en un papel) y le pedí si no se animaba a escribir algo en mi blog, algo que tuviera que ver con esas dos cosas: la biología y la crianza.



Anne Pues




Por Elena Guillén
Doctora en Biomedicina y madre de dos niñas


La primera vez que me quedé embarazada me regalaron varios libros, uno de ellos muy conocido que te explicaba lo que tenías que hacer en el caso que tu hijo no durmiera del tirón toda la noche. Un método para todos los bebés del mundo, sean como sean y nazcan donde nazcan, suena raro, ¿no?. En medicina cada vez más se aboga por tratamientos personalizados que dependen de la biología de cada persona, cada vez más se sabe que cada caso es diferente y no puedes esperar que todo el mundo responda igual a una misma terapia. Con esto sólo quiero decir que cada bebé es diferente como lo es cada ser de este planeta, eso hace que tu pequeño sea especial, porque es único, no habrá nadie igual que él ni igual que tú. Por eso hay niños que lloran de día y de noche, que nos desesperan y otros que duermen plácidamente muchas horas. Cuando decides tener un bebé estás creando un ser con unos genes y una personalidad que son suyas, de hecho tener un hijo es un salto al vacío real, no sabes lo que te espera al otro lado, piensas que lo moldearás educándolo e inculcándole valores, pero nadie puede asegurar cómo va a responder a todos esos estímulos. En mi opinión la clave es el respeto, respeto a esa pequeña personita y a su personalidad. Cuando les aceptamos como son, todo mejora, nosotros nos relajamos y aprendemos a quererlos con sus virtudes y defectos igual que hacen ellos. Un día hicieron una obra en el colegio de mi hija, la profesora me llamó porque todos se lo pasaron en grande, mientras que ella estaba seria y aburrida durante la función. Creían que no era una actitud normal, a pesar de que no molestó a nadie ni causó ningún problema. Le pregunté a la niña que me miró sorprendida, me dijo que la obra le pareció aburrida y que si no le gustaba por qué iba a aplaudir ni a reirse de algo así. Me pareció mucho más coherente la postura de la niña que de la profesora y entendí que no podemos pretender que todos seamos iguales. Un bebé puede necesitar más contacto que otro y llorar porque quiere que le cojan, tampoco lo puede pedir de otra manera ¿no?, y si tiene esa necesidad está claro que nos arruinará el sueño, pero hay que entender que no se pueden programar. La maternidad/paternidad es una aventura increíble y diferente cada vez y el respeto hacia nuestros hijos nos ayudará a disfrutarla. A veces también tenemos prisa, la sociedad nos empuja para que todo lo que hagamos sea lo antes posible, a mi a veces me marea tanta rapidez, tanta inmediatez... y con los bebés es un poco lo mismo, los estimulamos en exceso, queremos que duerma como un adulto al poco de nacer, que coma solo, que utilice el baño a los dos años, los comparamos continuamente... Me parece bien que nos fijemos en sus cambios, porque son asombrosos y emocionantes y que prestemos atención por si hay algún problema, pero no me refiero a eso, creo que todos tenemos prisa, siempre estamos pensando en el siguiente paso en lugar de disfrutar del actual y es una pena porque se pasa volando. En fin, que tener un hijo/a es una aventura llena de sorpresas, incontrolable, emocionante, a veces una locura y siempre impredecible. Yo cada vez disfruto más de mis hijas pero también he tenido que ir aprendiendo con ellas, y lo que me queda...

Fotos cedidas por Elena Guillén


miércoles, 10 de febrero de 2016

El Carnaval de los Gulubitos


(encontrado en www.elmundodelosninos.org)





Una vez, por las calles de Caracas aparecieron veinticinco vacas.
Como era carnaval, nadie veía mal
que bailaran tocando las maracas.


María Elena Walsh








 Los gulubitos no nos perdemos oportunidad de jugar con cosas nuevas, de vernos diferentes, bailar y festejar, por eso, no nos podíamos perder el Carnaval. En esta entrada: Carnaval, carnaval   hablamos de la importancia del disfraz en el juego.  Pero disfrazarnos, jugar a ponernos y quitarnos ropa y accesorios también nos sirve para aprender a vestirnos-desvestirnos y conocernos más a nosotros mismos, mirar nuestro nuevo aspecto en el espejo y las reacciones de los demás. De todo eso aprendemos y sobre todo nos reimos juntos y como siempre lo vivido riendo y en buena compañía trasciende los objetivos pedagógicos.

Valentin Bianconi


Probándonos disfraces

Empezamos la semana de Carnaval probándonos disfraces, gorros, orejas, gafas, collares...

¿Una cebra en Gulubú?



Un jaguar de la Polinesia? 



 La mosca con chupete?


Taller de maquillaje

Anna Pavleeva






Si pinto mi cara
con muchos colores
y adorno mi traje
con cintas y flores,
si canto canciones
y llevo antifaz
ríete connmigo 
porque es carnaval.


C Muscarsel






No me planteaba una actividad de maquillaje, pero surgió espontáneamente, teníamos las pinturas para la cara por la mesa, y Pol curioseando. Una invitación: ¿quieres que te pinte un caracol en la mano? si,
¿quieres que te pinte un sol en la cara?¿quieres verte en el espejo? ¿que quieres pintarte tu? Claro, porqué no?



 

El baile

El viernes de carnaval se celebra "El ball del moc", el baile de disfraces infantil en la plaza del ayuntamiento, con música en directo. Y ahí fuimos, Gulubitos y familias, más o menos disfrazados y pintados, con ganas de bailar y divertirnos, curiosear y descubrir, mirar y ser mirado, conocer y reconocer...o no!


Wiebke Petersen



















Nos preparamos, alguno recién levantado de la siesta, merienda, disfraces, pintura,...foto y a la plaza!


Camino al baile que nos esperan los amigos...



 Esas familias guapas!


 A bailar, a bailar!



La batalla de confetti

El confetti, esa lluvia de papelitos de colores que alegra las calles estos días, era un material perfecto para nuestra próxima actividad sensorial. ¿Se bañaron alguna vez en confetti? nuestros gulubitos, sí, y fue muy divertido. Qué sensación y qué concentración para intentar atraparlos con los deditos y hacerlos volar... ¿Cómo era el dicho? ¿en boca con chupeti no entra confeti?


Estaremos un tiempo encontrando confetti por toda la casa, pero habrá valido la pena. Cuando nos fuimos a sacudir la ropa se nos coló un intruso en la piscina de confetti, ¿lo descubrieron?

  

Disfraces eran los de antes

Bajo este título que suena a nostalgia quería referirme no tanto a otro tiempo como a otra manera de disfrazarse que tenía más de juego y menos de compras. Vestirse de cualquier cosa con cualquier cosa, camisas viejas, sombreros grandes, cortinas como capa, zapatos de mamá, el collar de la abuela...
Dejémosles jugar con ropas, sombreros y otros accesorios, no los vistamos para mostrarlos como si fueran maniquies
Y sobre todo no a los disfraces sexistas, no hay disfraces de niño o de niña (o no los debería haber), huyamos de las versiones sexys para vestir a las niñas y dejemos que los niños se disfracen y se vistan como  quieran...

Corinne Bittler





Enlaces:
http://los100lenguajes.com/el-carnaval-en-la-escuela-infantil/
 https://laboratoriodemama.wordpress.com/2016/02/03/que-esta-pasando-con-los-disfraces-para-ninos/
 http://decuentosydegalletas.blogspot.com.es/2013/02/porque-el-carnaval-tambien-es-epoca-de.html
http://www.pintandounamama.es/12-ideas-para-disfrazarse-en-familia/