Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener, entrar y salir de fase,
amar la trama más que el desenlace,
amar la trama más que el desenlace,
amar la trama más que el desenlace.
Por ahí como en un film de Eric Rommer,
sin esperar que algo pase,
amar la trama más que el desenlace.
Jorge Drexler
Amar la trama es un palíndromo que utiliza Drexler en una de sus canciones y que a mí me parece que sirve muy bien para explicar el enfoque pikleriano, una crianza slow, el respeto por los procesos de cada niño, en definitiva una manera de entender la vida y la crianza.
Ya hablé sobre la libertad de movimiento, la importancia de no interferir y no adelantar la adquisición de posturas hasta que el bebé esté preparado. Y estará preparado cuando por sí mismo las adquiera. ( Ver Cuestión de actitud. El derecho a gatear).
Amar la trama más que el desenlace es disfrutar de cada fase sin apurarla, vivir el momento, no querer saltarnos etapas y sobre todo dejar que ellos sean los protagonistas de su desarrollo, sin pretender dirigirlo desde una supuesta superioridad.
Les comparto este texto de Melina Bronfman* que nos describe muy bien qué es el enfoque pikleriano:
"Emmi Pikler constató a través de múltiples
observaciones (que más tarde devinieron en investigaciones de
carácter único) que los niños desarrollaban su motricidad de
manera personal, en una evolución constante y exquisita, en donde
cada logro “corporal” era sólo la cara visible de la
construcción del ser en su totalidad. Un niño que conoce muy bien
dónde está, con quién, que no tiene ninguna preocupación, que es
feliz, por el solo hecho de existir, que no siente que debe complacer
a nadie, ni “portarse” de determinada manera, no tiene
distracciones de su verdadero trabajo y sólo se ocupa de desarrollar
su potencial al máximo.
PIkleriano significa entonces un gran
conocimiento por parte del adulto de las etapas de desarrollo de un
niño durante el periodo primal, en todos sus planos: emocionales,
físico-fisiológicos, cognitivos. Y a su vez un enorme respeto por
el desarrollo progresivo y personal, y el interés que cada niño
manifiesta durante el mismo.
Pikleriano implica brindar un espacio
en donde esto pueda ocurrir, sin obstaculizadores de ninguna clase.
Ni en la vestimenta, ni en los elementos, muebles, juguetes (ni
siquiera la vajilla), ni el entorno lumínico-sonoro.
Representa un adulto entendiendo el
punto de vista del niño, un adulto que no procura obtener un
resultado, sino que se enfoca en el interés y capacidades del niño
y en su “aquí y ahora”.
Pikleriano a su vez no es dejar al niño
hacer lo que desee mientras uno sea amable con él. También incluye
la visión que el adulto tiene del niño. Brindar un encuadre de
acción y de intercambio con pares en donde desarrollar el potencial
al máximo no signifique transitar caminos riesgosos, lastimarse o
lastimar a otros. La anticipación ante situaciones potencialmente
peligrosas, y la asistencia al niño cuando las atraviesa (por
ejemplo cuando aprende a subir y bajar las escaleras) sin
interrumpirlo pero tampoco exponiéndolo a riesgos evitables."
* Melina Bronfman es Musicoterapeuta, Terapeuta corporal
(Eutonista) y Doula. Se capacitó en el Instituto Pikler Lóczy en 5 oportunidades
accediendo a los módulos sobre educación y desarrollo 1 y 2, juego, límites sin
violencia y enfoque familiar.
Pueden leer el artículo completo aquí.
Los 7 principios clave de Magda Gerber**:
1. Presta completa atención a las actividades que realiza tu bebé:
el 100% de atención nos enfoca de tal manera que los bebés reciben e
interpretan esto como la encarnación del amor, el respeto hacia sus
actividades.
2. Reduce la velocidad:
Brinda un ambiente de paz y tranquilidad a tu bebé. Saltar de una tarea
a otra produce stress en el cuidador e irritabilidad en el bebé.
3. Genera y relaciónate con confianza durante todo el tiempo que cuidas al bebé:
durante las actividades de rutina (cambiar pañales, alimentarlo,
bañarlo y vestirlo) convierte a tu bebé en un socio activo, explicándole
qué vas a hacer, por qué y para qué con un lenguaje de respeto.
4. “Con”, no “para”: establece una relación cooperativa con tu bebé. Dale la oportunidad de hacer las tareas CONtigo, no PARA él.
5. Bríndale libertad de circulación:
un bebé se convierte en prisionero de su propio cuerpo cuando no tiene
espacio para moverse. Voltearse, arrastrarse, sentarse, pararse y
caminar, no es sólo ejecutar movimientos, es aprender a hacer algo por
su cuenta, a interesarse, probar, experimentar, a superar las
dificultades, a conocer la alegría y la satisfacción que se deriva de
este éxito… el resultado de su paciencia y persistencia.
6. Permítele jugar sin interrupciones:
el bebé no necesita que lo “entretengas” Si le permites moverse él
puede jugar por sí mismo. Jugar ininterrumpidamente le permitirá
experimentar la independencia y el dominio de su mundo. Es aquí donde se
está produciendo los inicios de la autoestima y la confianza.
7. Conéctate y respeta las señales de tu bebé:
cuando rechaza algo con su cuerpo no lo ignores, acepta su decisión.
Los bebés devuelven todas las conductas que reciben de los adultos, así
que puedes imaginar lo que hará contigo.
También les quiero compartir
algunos de los momentos deliciosos que se dan cuando nos permitimos
observar y dejar hacer y acompañar, y de los que he tenido el privilegio
de ser testigo con Daniel.
Un video precioso exquisitamente filmado "Theo aprende a gatear"
Maestro de la postura:
Otros enlaces interesantes:
http://www.veronicaanton.com/www.veronicaanton.com/Articulos_files/moverse%20en%20libertad.mp4
http://www.piklercatalunya.cat/
http://pastodeducandos.blogspot.com.es/2010/05/emin-pikler-y-el-instituto-lokcy.html
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