Fiesta en los charcos
Esta imagen pertenece a Ilaria Mozzi |
Fiesta en los charcos cuando para la lluvia,
Qué recordaran nuestras hijas e hijos de su infancia? qué recuerdos tenemos nosotras? Son preguntas que tenemos que hacernos porque nos llevan, nos conducen o nos acercan a lo que de verdad importa.
Así, aunque muchas veces, por influencias de la profesión, las llamamos actividades de ....o actividades para...., o propuesta pedagógica...en realidad son vivencias, si les dejamos que las vivan claro. Sin dirigirlos, sin imponerles, sin darles la solución, ni leerles la moraleja, pero también sin expectativas, sin juicios, sin valoraciones. Y nos cuesta, porque nos han hecho creer que como educadoras tenemos el deber de enseñarles, aportarles conocimiento, evaluar su aprendizaje,... y se nos olvida que sí que enseñamos, enseñamos con nuestra actitud, nuestro lenguaje, nuestro ejemplo, nuestra manera de acompañar, las oportunidades que les brindamos con el espacio y los materiales que ofrecemos.
Me gusta observarlos a lo largo del día y ver cuando , en qué momento o durante qué actividad son más ellos mismos, se sienten más relajados pero activos, menos pendiente del entorno y más conectados consigo mismos...y casi siempre es durante los paseos por el parque o durante alguna actividad de juego con la que han conectado especialmente, o con algún tema que les apasiona (animales, coches, elementos del seguici festiu, funciones biológicas del cuerpo humano,...). Entonces cada vez más absurdas me parecen las actividades que se plantean todavía en muchas escuelas, los álbums de fichas que se entregan al final de cada trimestre, y el informe de evaluación.
Y que lo que sí vale la pena que valoremos y evaluemos son nuestras actitudes, repensemos y reflexionemos sobre nosotras mismas, nuestras reacciones, como manejamos nuestras emociones (antes de decir que hay que dar educación emocional!), las frases que sentenciamos a veces sin darnos cuenta de lo limitantes que son: te vas a caer, así no se hace, tú no puedes...Pero también la calidad de nuestra presencia, estar atentas a compartir las maravillas del mundo, porque así las redescubrimos y porque ellos necesitan alguien con quien compartirlas, que mire lo que señala su mirada, y lo nombre, lo valide.
Encuentro de otoño, un paseo por el bosque
http://naranjasyzapatos.blogspot.com/ |
Nuestro encuentro de otoño de este año fue un paseo por el bosque de Poblet, con un cambio de ruta inesperado que nos condujo a otro recorrido diferente al que teníamos planeado. Y en vez de visitar el bosque pintat hicimos una ruta des del área de lleure Font de la teula hasta la casa forestal del Titllar*1.
Tantas cosas que observar...
Tantas cosas que compartir...
Tantos paisajes bellos...
Gracias familias por tan lindo paseo!
un colchón de hojitas le sirvió de cama
La red que nos sostiene
Xarxa Llars de Criança de Tarragona |
Buen rollo
Aprovechando una cuerda que habíamos colocado en nuestro espacio para colgar telas, un día colgamos rollos de papel higiénico...qué pasaría?
Como ven dió para mucho y tuvo dos fases, la desenrollar y hacer caer todo el papel y después jugar con la montaña de papel, pasar corriendo, enterrarse, esconder cosas o al compañero, lanzarlo, romperlo....(después lo juntamos para darle otros usos, tal vez una pasta de papel ...que en el bosque de Gulubú nos preocupa la ecología)
Pan, pan, pan
Soy panadero, soy panadero
Con agua y pegote en los dedos amaso bollitos y pizzas
Soplando que vuele la harina y a todos nos da mucha risa!
Los panaderos
Magdalena Fleitas*4
Hacer pan sí que es mucho más que una actividad, es una vivencia de todo un proceso, con sus tiempos de espera, sus ingredientes, y técnica...Los preparativos ya son emocionantes, oyen "pan" y piensan en comer pan. Claro no han hecho nunca el pan, ya lo ven siempre hecho. Formamos la masa, intentan amasarla como la plastilina y se encuentran con una masa difícil que se pegotea, ponemos harina, y todo es más fácil y la harina es suave y vuela cuando la soplamos y ayuda a que la masa sea menos pegajosa y se desenganche de los dedos. Dejamos la masa creciendo y se olvidan de ella mientras pasean por el parque. Después la volvemos a amasar y formamos bollitos, los volvemos a dejar reposar mientras comen. Y les muestro com se van al horno. Cuando se levantan de la siesta la masa blanca y pegajosa se transformó en ...Pan! llegó la hora de degustar...mmm pan!
Naranjas y mandarinas
*1Itinerari L'Alzinar de la pena
*2Berta Finkel
*3Xarxa Llars de Criança
*4Magdalena Fleitas
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