Ernesto me contó que su hijo dibujaba unos dragones espectaculares, llenos de colores
y formas extrañísimas. Luego agregó:
por la escuela, dejó de hacerlos.
¿Dónde fueron tus dragones?
¿Dónde fueron tus intensos soles?
Dibujabas con colores
cielos diferentes,
cielos arbitrarios,
necesarios.
¿Dónde estaban, dónde
era que los encontrabas?
¿Dónde los veías con los ojos
de tu alegría?
Se escondieron en tu escuela
o en rutinas de oficinas
de llegar y que durmieras
o salir cuando abrías
ojos que los descubrían.
La verdad no los alcanza.
Volverán hechos poesía,
un amor, o la aventura
de tu vida.
Luís María Pescetti
Todos los niños tienen sus "dragones" y unos ojos mágicos que inventan, descubren y ven el mundo de manera única. A través de su mirada podemos redescubrir el mundo, pero tenemos que dejarlos ser y no imponer la nuestra. Ojalá la escuela no destierre sus dragones.
Dibujando con ojos mágicos
Siempre me ha fascinado la dedicación y pasión con que dibujan los niños pequeños. Cómo mantenerla, porqué llega un momento en que dicen no sé dibujar, y copian o dejan de dibujar.
Los gulubitos más grandes realizan ya trazos muy definidos y a voluntad, mientras dibujan relatan lo que ven, lo que imaginan...yo observo.
Encontré estas ideas sobre como posicionarnos para acompañar el dibujo infantil y me parecieron un buen punto de reflexión. Son de Glòria Vives y este es su blog:
Las habichuelas mágicas
De adultos damos por hechas muchas cosas y muchos fenómenos de la naturaleza los pasamos por alto, por eso está bien contagiarnos de su curiosidad y dejarnos maravillar por como crece una planta de una semilla. No se trata de dar grandes lecciones de ciencias naturales sólo sembrar la curiosidad y observar ¿qué pasará?
No es asombroso?
Manos mágicas
Los ojos mágicos, esa capacidad de ver y asombrarse, de ver e inventar, de ver e imaginar, va acompañada de manos que experimentan y crean, tocan y sienten, hacen y aprenden...
Experimentamos con barro (arcilla)
Pintamos, esta vez,huevos
Jugamos con pan rallado. Su textura tan parecida a la arena nos ayuda a crear minimundos, nos aporta experiencias sensoriales y nos invita a dibujar y trazar espirales,...todo surge de una propuesta con un material, las actividades las crean ellos...
Y otra característica de los ojos mágicos es ver un charco no como una dificultad si no como una oportunidad
Vínculos y relaciones, el tejido mágico que nos une
Otra de las magias que suceden en el bosque de Gulubú es ver como se crean y se construyen las relaciones. Procurar un ambiente relajado en el que todos podamos sentirnos cómodos y dedicarnos a ser quienes somos sin tener que estar alerta o defendiéndose o reclamando atención, es uno de los objetivos del proyecto. Y dentro de ese ambiente, los vínculos que se crean entre los gulubitos jugando y compartiendo experiencias son muy grandes. La llegada de un nuevo gulubito reajusta al grupo, nuevas necesidades que atender y nuevas emociones, un momento delicado, cuidado y con mucho respeto.
La magia del verde
Maggie Chiang |
Como siempre, es un disfrute ver a los gulubitos y pasear con ellos por la naturaleza.
Son muchas las ventajas de estar en contacto con "el verde" para los niños, pero sin duda, es genial para todos y cada vez más siento que son los gulubitos que me llevan a mi de excursión y les doy gracias por eso.
Y es que como dice Heike Freire, "es maravilloso ver con ojos de niño un espacio natural. Está comprobado que la naturaleza estrecha muchísimo los vínculos entre padres e hijos y con la comunidad"
Pasamos puentes, vimos una cueva, renacuajos, un lagarto, flores, ....
Kaatje Vermiere |
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