Espacio Maternal- Madre de día- Educadora infantil
El bosque de Gulubú
Sarah Preston
"¿Ustedes vieron esos libros-sorpresa que cuando uno los abre aparecen figuritas de pie?
Bueno, igualito es el bosque de Gulubú. Como las marionetas dormidas. Uno le tira de los hilos y ellas se ponen de pie, bailan y se mueven.
El bosque de Gulubú está planchado en el suelo, y cuando su dueño tira de los alambres, los árboles y los yuyos y las casitas y los bichos aparecen todos como diciendo:
–Aquí estamos. Estábamos jugando a la escondida. "(...)
"Por eso, si ustedes alguna vez encuentran detrás de un árbol, o detrás de cualquier cosa, a un inspector enanote y sabihondo que les dice que no es posible que existan un enanito y 7 Blancanieves, o que no es posible que exista cualquier cosa linda, ustedes pueden contestarle:
"Danzar
significa, ante todo, establecer un vínculo activo entre el hombre y
la naturaleza. Es el primer conocimiento sintético y estético del
mundo; inmediatamente anterior al concepto y la palabra."
Roger
Garaudy
La danza ha formado
parte de la Historia de la Humanidad desde el principio de los
tiempos. Muchos pueblos alrededor del mundo ven la vida como una
danza, desde el movimiento de las nubes a los cambios de estación.
La historia de la danza refleja los cambios en la forma en que un
pueblo conoce el mundo, relaciona sus cuerpos y experiencias con los
ciclos de la vida.
Y
también la danza forma parte de la humanidad desde el principio de
la vida. En los primeros meses, cuando comenzamos a mantenernos en
pié, nos encanta mover el cuerpo al ritmo de la musica, esto sucede
en todas las culturas, es una de las capacidades que primero
desarrollamos.
El efecto alquímico
de mover el cuerpo desde la propia escucha y con el impulso de la
música es conocido en todos los caminos espirituales y filosofías
ancestrales por su capacidad sanadora. Pero el mover el cuerpo al ritmo de la música ya sabemos las madres que tiene un gran poder tranquilizador y lo hacemos casi instintivamente cuando tenemos un bebé en brazos. Incluso antes de nacer el bebé está mecido por el movimiento de la madre y viviendo al ritmo de su paso, de su corazon y de su música. En muchas culturas son habituales las danzas que preparan a la mujer para el parto.
Bailar es una
experiencia que nos ayuda a sintonizar nuestro cuerpo con nuestras
emociones, es también un acto social presente en las grandes
celebraciones. A los pequeños, sin
prejuicios, vergüenzas ni imposiciones estéticas el baile les surge
imparable, literalmente se les van los pies, las rodillas y el cuerpo
entero.
Para qué sirve la
danza La danza, como la
poesía sirve para liberar al ser humano de tener que servir para
algo y así conducirle a la dimensión del sentido, donde la vida se
revela como celebración y plenitud, más acá o más allá del plan
y el cálculo. No tiene un objetivo, una dirección concreta a la que
orientarse, es por sí misma. La danza tiene que ver también con la libertad de movimiento y la conciencia corporal que esta libertad genera. La danza y los niños se llevan bien porque los niños no buscan una utilidad en lo que hacen, lo hacen porque lo sienten...
Entonces,¿bailamos?
Los
beneficios de la danza son muchos, a cualquier edad. Si bailamos
juntos, se multiplican. Coordinación, equilibrio, lateralidad,
ritmo,...pero sobre todo el placer que genera, si es compartido,
mejor. Porque el cuerpo que habitamos disfruta del movimiento. Bailar
nos energiza y fortalece, nos libera de tensiones, nos hace más
conscientes de nuestro cuerpo, nos conecta.
La
danza, no es un deporte o un ejercicio, es un arte, un modo de
expresión creativa de posibilidades infinitas. Cuando bailamos
nuestro cuerpo habla, trasmite...
Celebremos
la danza, celebremos la vida, ¡salud!
"El sitio de la danza está en las casas, en las calles, en
la vida."
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